Por Gely Martinez Estrada
En la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora, donde llevo a cabo mi estudiantina profesional, es menester, para la currícula, cuando menos haber participado en dos medios impresos de la localidad. En esta ocasión y por invitación directa del señor Pok León Masías, a quien agradezco su apoyo, colaboraré es este periódico de nombre EL ACABOSE, y estoy seguro, que no los defraudaré para nada. La Universidad de Sonora, según pude constatar gasta al año, más de siete millones de pesos por concepto de pago por comidas, alimentos y reuniones que se llevan a cabo, con la finalidad de festejar, días festivos, cumpleaños, ruedas de Prensa y demás eventos colectivos al año.
Estamos hablando de seiscientos mil pesos mensuales y me quedo corto, si es que no se cuentan los gastos por “debajo de cuerda” lo que fácilmente se incrementaría hasta el orden de los diez millones de pesos. En lo que a mí respecta, créame amigo lector, no me ha regalado ni una soda, sin embargo, no llegue cualesquier invitado encorbatado, porque hasta el taxi le pagan. Tengo entendido, que casi todos los días, de parte de mi amigo Pok León, o mejor dicho de su restaurante familiar, de nombre JURALTAI, se le hacen presupuestos de alimentación, más baratas y de mejor calidad y hasta la fecha, no han podido ganar ninguna cotización, Esta muy raro esto, porque se supone que la Universidad no está en condiciones de despilfarrar su presupuesto en viandas más caras. Sin embargo, me comentan que en Rectoría y por este concepto, firma el Rector, por desayunos, comidas, cenas, la nada despreciable cantidad de 49 050.00 mensuales y la verdad se me hace, que se quedaron cortos. Tal vez, al señor Rector n o le guste la comida china y la gran variedad de platillos que en este restaurant se ofrecen, pero debería de perdida “dorar la píldora” y echarse la vueltecita. El local, en mención es tan grande, que fácilmente caben dos grupos en su parte de la terraza. Si bien es cierto el estacionamiento, no está pavimentado, pero contamos con personal de seguridad, que cuida los carros estacionados en la calle y dentro. Ahora que si nuestro Rector, prefiere los restaurantes de lujo y los que se encuentran en los mejores hoteles de la localidad, no he dicho nada. Por eso a la hora de hacer exigibles los presupuestos, tanto en el Congreso, como en el Palacio de Gobierno, deberían de pensar en hacerle un recorte o adecuación a ese rubro o que lo paguen de su bolsa. Les aseguro que se iban a ahorrar mucho dinero, que pudiera mejor invertirse en educación y deporte, en vez de estar aumentando de peso constantemente, por tanta comida.
Ahora, resulta que doña Mirtha, es enemiga irreconciliablemente a muerte, que dizque porque le puse el dedo en su periódico, por andar “extorsionando” gente y que no sale de todas partes de los palacios y del Congreso. A mí en lo particular, no me consta como dicen que se mea en todas partes y que ya tiene “curtidos” todos los sillones en donde le dan entrada, principalmente con Alejandro López Caballero en Hacienda y con Roberto Romero en la Secretaría Técnica de Gobierno, y en que en vez de Mimí, como le dicen, ahora es conocida, como Memié, esto me lo dijeron en el Vips, un señor que trabaja de velador en la UNISON. Yo la invité a ella a escribir aquí y nunca me hizo caso, será porque a ella le hacen las notas y le dan su buena firula.
A mí en lo personal no me daban ni un cinco, sino que yo colaboraba voluntariamente, por la acreditación de las materias. Sin embargo, lo bailado, nadie me lo quita, sobre todo cuando cubrí el evento del Ferry en Guaymas, al lado del señor Presidente de la República, Felipe Calderón y su esposa, y el gobernador Guillermo Padrés. Por hoy es todo. Gracias.
